En la consulta rutinaria de cardiología se realiza diagnóstico y seguimiento de enfermedades cardiológicas en pacientes que consultan por síntomas tales como falta de aire, dolor torácico, palpitaciones, síncopes / pre-síncopes, etc., eminentemente enfermedades de las válvulas cardíacas, miocardiopatías varias (enfermedades del músculo cardíaco), arteriopatía coronaria (enfermedad de las arterias coronarias) o arritmias (alteraciones del ritmo cardíaco y la conducción eléctrica del corazón). Para ello se precisa de una anamnesis y exploración física detalladas acompañado de la realización de pruebas complementarias no invasivas en la misma consulta según requiera cada caso.
El electrocardiograma es la representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón que se obtiene con un electrocardiógrafo convencional de 12 derivaciones y mediante el cual se valora el ritmo cardíaco y la conducción eléctrica del corazón, permitiendo detectar alteraciones de los mismos, como bradiarritmias (arritmias lentas), taquiarritmias (arritmias rápidas) y trastornos de la conducción auriculo-ventricular. También es una herramienta muy útil que nos permitiría detectar, según el contexto clínico del paciente, la presencia de cardiopatía isquémica u otras miocardiopatías (como la dilatada, hipertensiva, hipertrófica, no compactada, arritmogénica, enfermedades valvulares con repercusión sobre el miocardio,…), que para el diagnóstico más definitivo precisaría la realización de una ergometría convencional y/o estudio cardioestructural mediante una ecocardiografía, que se describen más adelante.
La prueba de esfuerzo o ergometría convencional es un test que consiste en realizar un esfuerzo controlado mediante una cinta rodante o una bicicleta estática con intensidad creciente (para ello existen varios protocolos de incremento de la caga de trabajo según el perfil del paciente) y cuya finalidad es la de valorar la respuesta cardiovascular al esfuerzo. Durante la prueba se realizará un registro continuo del electrocardiograma y de la tensión arterial que nos permitirá valorar si hay alguna respuesta anómala de los mismos con el esfuerzo, como disminución o aumento excesivo de la tensión arterial, insuficiente o excesiva taquicardización con el esfuerzo que sugieran enfermedad del nodo sinusal o alteración del mismo por fármacos, y alteraciones electrocardiográficas que sugieran la presencia de cardiopatía isquémica o aparición de arritmias con el esfuerzo. Además el paciente durante la prueba nos referirá si presenta síntomas (falta de aire, dolor torácico, palpitaciones, mareo,…) que, junto con los hallazgos previos, nos permitiría detectar ciertas enfermedades (arritmias desencadenadas con el esfuerzo, cardiopatía isquémica, mal control tensional, enfermedad del nodo sinusal,…). Mediante la ergometría convencional también se puede valorar el comportamiento de las vías accesorias con el esfuerzo, indicando un comportamiento benigno si ésta deja de pre-excitar con el esfuerzo, así como la capacidad funcional del paciente. La prueba de esfuerzo se detiene cuando el paciente realiza un esfuerzo máximo o aparecen alteraciones como las descritas previamente que obliguen a detener la prueba a pesar que el paciente no haya alcanzado un esfuerzo máximo.
El ecocardiograma es una prueba no invasiva que permite estudiar las estructuras del corazón mediante el uso de ultrasonidos. En la consulta habitual de cardiología se utiliza el ecocardiograma transtorácico, permitiendo obtener imágenes en modo M y bidimensional mediante las cuales podemos estudiar la estructura del miocardio y de las válvulas cardíacas. Para un estudio funcional de las mismas realizaremos el estudio con Doppler: el Doppler tisular para estudiar la contractilidad del músculo cardíaco y el Doppler color para el estudio de los flujos de la sangre, mediante el cual nos permite valorar si existen anomalías de la relajación cardíaca, alteraciones valvulares y su grado de severidad así como de otros defectos estructurales del músculo cardíaco (básicamente comunicaciones entre “corazón izquierdo” y “corazón derecho” en contexto de cardiopatías congénitas).
