Según los datos publicados por la Aecosan, los españoles consumen 9,7 gramos de sal al día, una cifra muy superior a los 5 gramos diarios que recomienda la OMS, según un comunicado de la SEEN, que recomienda reducir la cantidad especialmente la que proviene de alimentos procesados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones sanitarias internacionales recomiendan el consumo medio de 5g de sal al día, “lo que equivale a una cucharadita de café o a 2g de sodio al día, y teniendo garantía de que sea sal yodada”, han apuntado Emilia Cáncer y Francisco Botella, miembros del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Los datos publicados por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) sobre el consumo de sal de la población española han indicado que se ingieren 9,7g de sal al día, cifra muy superior a la recomendada. “El 87,5 por ciento de la población ingiere más de 5g de sal al día: el 20 por ciento de sal se añade mientras cocinamos y el 72 por ciento proviene de alimentos procesados, especialmente de embutidos, de pan, de quesos y de platos preparados. Además, hay documentos que señalan que los españoles no saben qué sal compran, por tanto no se utiliza de forma universal la sal yodada”, han alertado desde la SEEN.
En contraste con la creencia popular de que la sal añadida durante el cocinado y el condimentado de los platos constituye el mayor porcentaje del consumo de sal, esta representa solo el 20 por ciento. La sal invisible, que proviene de los alimentos, corresponde al 80 por ciento del consumo total de sal.
Dentro de la sal invisible se encuentra la presente de forma natural en los alimentos (8-10 por ciento), y la sal añadida en los alimentos procesados (un 70-72 por ciento). Esta sal añadida en los procesados, al igual que la visible, es la que se puede reducir, han alegado los especialistas de la SEEN.
La sal es indispensable para la vida, ya que es la mayor fuente de sodio de la dieta, pero también parece tener un efecto perjudicial para la salud si se consume en exceso. “Existen estudios que prueban la relación entre el consumo de sal en exceso y las enfermedades cardiovasculares, y existe también una asociación epidemiológica con otras enfermedades como la osteoporosis o determinados tipos de cáncer”, han advertido Cáncer y Botella.
El 20 por ciento de la sal que se consume se añade al cocinar y el 72 por ciento proviene de alimentos procesados.
Reducir el consumo de sal
Desde hace unos años, España se ha adherido al Plan Nacional de Reducción de la Sal de la Unión Europea. Este plan incluye estudios para conocer el consumo de sal en la población española y las principales fuentes de la que se obtiene, la aplicación de acciones de sensibilización pública y la promoción de la educación alimentaria en la escuela. Estas iniciativas, se enmarcan a través de Aecosan en un plan estratégico más amplio, como es la estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), con un programa de reducción del consumo de sal.
“La reducción de sal en productos elaborados se ha enfocado en el pan, en los productos cárnicos elaborados, en quesos y en alimentos precocinados, con acuerdos directos con la industria alimentaria, así como con controles del contenido de sal y estudios poblacionales de excreción”, han explicado desde la SEEN. En referencia a la sal que utilizamos en casa han aconsejado reducir su consumo de manera sencilla, como no añadiéndola en guisos y ensaladas, y sustituyendo el sabor con hierbas, especias, limón…
“Existe una amplia gama de alimentos con contenido reducido de sal que pueden sustituir a las variedades que habitualmente se consumen. Si los vamos incorporando de manera gradual a nuestra dieta, favoreceremos el cambio a sabores menos salados sin que se aprecie gran diferencia. El contenido de sal puede oscilar dependiendo de las variedades y las marcas, por esto es necesario comprender el etiquetado nutricional y elegir las opciones más saludables. No es necesario dejar de comer alimentos con alto contenido en sal, simplemente reducir su frecuencia de consumo e intentar elegir la opción o marca que contenga menos. De esta forma se fomenta el consumo de alimentos con menos sal, presionando a la industria alimentaria a fabricar estos productos”, han sentenciado los especialistas desde la SEEN.
Cantidades de sal
El baremo general considera que los alimentos contienen mucha sal si aportan más de 1,25g por cada 100g, o poca sal si aportan menos de 0,25g por cada 100g. Para conocer la cantidad de sal en los alimentos envasados y poder elegir la opción más saludable la SEEN ha aconsejado leer el etiquetado nutricional. Si aparece referido el contenido en sodio del alimento podemos calcular su contenido en sal multiplicando los gramos de sodio por 2,5. “Así pues, un alimento que contiene 0,19g de sodio por 100g, tiene de contenido de sal por 100g: 0,19×2,5 =0,475g. En este caso el producto tendría un contenido medio de sal”, han explicado desde la SEEN.