El Reglamento General de Conductores prescribe: evaluar la Inteligencia Aplicada a la Conducción para obtener o renovar la licencia de conductor. En tal sentido, se realizó una investigación de tres años, de la que resultó el Test IPAC. Este proyecto se realizó en cinco fases que recorrieron de la parte teórica a la práctica y experimental, buscando evaluar los aspectos cognitivos y no cognitivos de la Inteligencia Práctica.
Estas pruebas en fase de evaluación se administraron a más de 700 sujetos en centros de diagnóstico, concluyendo en la estimación de la fiabilidad y validez del IPAC1.
Si bien en las primeras décadas del siglo XX se pensaba en la unicidad del constructo Inteligencia, a finales de la década de los 30, se comienza a hacer una clara distinción: Inteligencia Teórica (o académica, o verbal) y la Inteligencia Práctica (o manipulativa, o mecánica). A finales del siglo XX, ya se prefiere hablar de multi-inteligencias, tales como la Práctica, la Académica, la Emocional y la Social. Este proyecto se centra en la Inteligencia Práctica o I.P.
Con respecto a la conducción de vehículos, la Inteligencia Práctica se concretiza en la capacidad de estimar distancias, así como las relaciones entre ellas y la destreza manual que el sujeto posee.
Se efectuó una revisión de alrededor de 10 tipos de ítems utilizados por los principales test para evaluar este atributo. El Modelo de Procesamiento resultante del estudio de estas pruebas integra cinco componentes:
1.ARP: Agudeza y Rapidez Perceptiva
2.F-MP: Flexibilidad y Proyección Mental
3.CIE: Capacidad de Integrar y Ensamblaje
4.RcF: Razonamiento con Figuras
5.SP: Sentido Práctico
Además, se incluyen varias sub-pruebas específicas en cada uno de los ítems anteriores, que se engloban en dos partes: una que busca evaluar los aspectos cognitivos de la Inteligencia Práctica y otra que evalúa los aspectos no cognitivos de la misma. Finalmente, el Test IPAC, como cualquier prueba psicométrica que se proponga como instrumento de medida, atiende a las cualidades de objetividad, es decir, los resultados no estarán afectados por las condiciones externas del mismo (aplicación, interpretación); fiabilidad, cualidad ligada a la precisión del test, la ausencia relativa de error en la medición y, por último, validez, que hace referencia a la idoneidad del instrumento para medir lo que pretende medir.