Un 33% de la población española padece algún tipo de alergia según la Sociedad Española de Inmunología Clínica (SEIAC). En esta ocasión, nos centraremos en el caso de las alergias al polen y sus consecuencias en la conducción. La causa más importante de alergia al polen o polinosis son las gramíneas de crecimiento espontaneo y las típicas ‘malas hierbas’ que crecen en el borde de las carreteras, además de los campos de cultivo, descampados y praderas. Estas dolencias son más frecuentes en las estaciones de primavera y verano ya que las concentraciones atmosféricas de polen aumentan con el incremento de la temperatura y disminuyen con la lluvia o el frio.
Muchos factores pueden incrementar la exposición individual a los pólenes (AUTOMÓVIL) o a sus antígenos (cortar el césped). Los síntomas más habituales de la alergia son la irritación conjuntival (ojos enrojecidos), el prurito nasal asociado al prurito faríngeo y auditivo (picor de ojos y vías aéreas), rinorrea acuosa (goteo nasal), estornudos y, a veces, tos. La respuesta nasal como bronquial va disminuyendo a lo largo de la estación. Debemos tener en cuenta que las alergias suponen un riesgo para la conducción debido a los propios síntomas y a los efectos de la medicación.
Los fármacos utilizados para el tratamiento sintomático de la alergia son los antihistamínicos y se clasifican en los de 1ª y 2ª generación. Los de 1ª generación poseen efectos sedantes ya que atraviesan la barrera hematoencefálica y deprimen el sistema nervioso central (SNC), mientras que los de 2ª generación prácticamente están desprovistos de estos efectos.
RECOMENDACIONES A TENER EN CUENTA ANTES DE CONDUCIR
-Hay que conocer los factores que provocan la alergia para tratar de evitarlos y así poder reducir los síntomas.
-El conductor debe conocer la planta y la época de presencia en el aire del polen que le causa la alergia.
-Se desaconseja la conducción con los antihistamínicos de 1ª generación, estos se pueden sustituir con los de nueva generación. El alcohol y los psicótropos potencian los efectos adversos de los antihistamínicos. Pregunte a su médico si puede retrasar la toma del antihistamínico si va a conducir, o si puede dividir la dosis. No se automedique nunca, pida consejo a su médico. Una alternativa eficaz a los antihistamínicos orales son los corticoides por vía tópica. Estos controlan muy bien los síntomas y apenas tienen efectos segundarios.
-En su vehículo mantenga las ventanillas del coche cerradas.
-Piense en llevar filtro para pólenes en el aire acondicionado y procure que estén en buen estado.
-Se recomienda el uso gafas de sol para proteger los ojos.
-Evite las salidas al atardecer o el amanecer ya que es cuando el nivel de polinización está más elevado.
-Pida a sus acompañantes que no fumen, ni utilicen sprays o perfume.
-Reducir las salidas al campo en época de elevada polinización, sobre todo de las gramíneas. En caso de ser posible se aconseja desplazarse a localidades costeras, ya que el mar tiene un efecto atemperante sobre las concentraciones polínicas.
-Evitar cortar el césped o tumbarse sobre él.
-Utilizar la aspiradora en vez de la escoba.
-Debe de dormir con la ventana cerrada.
Estas precauciones deben extremarse en los días de fuerte viento, pues favorece la liberación del polen así como la resuspensión del que, liberado en jornadas anteriores, permanecía depositado sobre las distintas superficies.