¿Cómo prevenir que el mosquito se reproduzca? ¿Dónde ponen los huevos?
El mosquito tigre se reproduce en cualquier lugar que pueda contener pequeñas cantidades de agua estancada durante unos días, preferiblemente en recipientes oscuros. Todos los ciudadanos podemos contribuir en nuestro día a día a eliminar los puntos de riesgo posible, es decir, el agua estancada.
¿Cómo?
Vaciando y limpiando en la medida de lo posible los objetos y contenedores en los que se puede acumular agua: jarras, ceniceros, regaderas, juguetes, bebederos y/o comederos de animales, platos debajo de las macetas o piscinas portátiles.
En el caso de que sea imprescindible tener recipientes o depósitos de agua en el exterior, taparlos con una tapa o con tela de mosquitera.
¿Dónde ponen los huevos?
Entre 4-5 días después de alimentarse de la sangre, el mosquito pone sus huevos. Las hembras hacen puestas de más de 100 huevos, aunque este número puede variar. No hacen las puestas de una sola vez y en un mismo sitio, sino que van depositando pequeños grupos de huevos en lugares diferentes.
Los depositan fuera del agua, justo por encima de la línea de contacto del agua con la pared del recipiente que la contiene, de modo que, al subir el nivel, queden sumergidos y eclosionen. Aprovecha lugares como las bromelias, plantas de bambú, orificios de los troncos de los árboles, arbustos en jardines y parques, etc., o cualquier envase o lugar de pequeñas dimensiones que contenga agua durante un mínimo de 10 días (como llantas, macetas, placas debajo de macetas, urnas y jarrones de cementerio, cubos, latas, desagües tapados, estanques ornamentales, tambores, bebederos de mascotas, baños de aves, etc.).
Nunca deposita los huevos en aguas en movimiento, como ríos y arroyos, ni en extensas superficies y/o grandes volúmenes de agua como estanques y piscinas.
Además de las viviendas otros puntos donde se pueden localizar criaderos son terrenos o casas abandonadas, deshabitadas temporalmente o segundas residencias, así como pequeños huertos urbanos. En estos lugares es muy frecuente encontrarse con recipientes que pueden albergar agua de lluvia o de riego. Otros lugares a tener en consideración son alcantarillas, fuentes, residuos / basuras, etc.
Medidas preventivas generales
Hay que vaciar y limpiar en la medida de lo posible todos los objetos y contenedores en los que se pueda acumular agua (jarras, cubos, ceniceros, juguetes, platos de animales domésticos, platos debajo de tiestos, etc.), y evitar su posterior inundación, por ejemplo, invirtiéndolos o poniéndolos a cubierto. En el caso de elementos fijos y objetos que no se puedan retirar, se deben revisar atentamente al menos dos veces por semana y eliminar cualquier cúmulo de agua, limpiando los recipientes y evitando que se vuelvan a llenar. En el caso de los platos de tiestos, cuando estos no puedan retirarse, hay que mantenerlos secos. Los neumáticos se deben mantener secos y bajo cubierto.
En los casos en que se considere imprescindible tener algún tipo de recipiente con agua en el exterior, es necesario que estos se mantengan tapados, mediante una tapa o una tela de mosquitera fina (malla de 2 mm de medida máxima). En recipientes destapados (por ejemplo, abrevaderos para animales) hay que renovar el agua dos veces por semana, como mínimo.
Los canalones de recolección de aguas de los tejados deben mantenerse limpios de restos vegetales. Asimismo, hay que hacer el mantenimiento de los sumideros de los patios.
Hay que evitar los agujeros y las depresiones del suelo donde se pueda acumular agua.
En el caso concreto de las balsas o las piscinas, hay que actuar para que el agua que contengan no se convierta en un foco de cría de mosquitos. Cuando estén vacías, se deben mantener completamente secas.
Medidas preventivas específicas en determinados espacios públicos
Cementerios: es necesario que todos los recipientes contenedores de flores u objetos ornamentales impidan la acumulación de agua libre accesible a los mosquitos. Se puede mantener la humedad, por ejemplo, mediante esponjas, fibras absorbentes o geles hidropónicos, agujereando los recipientes por la base, o bien introduciendo arenas u otros materiales, como perlita, que permitan la presencia de agua, pero que la hagan inaccesible a los mosquitos. Se puede optar también por el uso de flores artificiales.
Escuelas y otros equipamientos: los elementos de juego no deben tener agua estancada, especialmente en épocas de vacaciones, en las que puede permanecer más tiempo. En caso de que haya neumáticos destinados al juego, estos se deben mantener secos, preferentemente mediante perforación o bien colocándolos semienterrados en posición vertical.
Huertos, solares y fincas en desuso: hay que mantener estos espacios libres de posibles focos de cría de mosquitos, con especial atención a la broza, las herramientas de trabajo y los elementos de mobiliario abandonados. En caso de que haya depósitos de agua, se deben mantener tapados o cubiertos con tela de mosquitera.
Determinadas actividades comerciales e industriales (centros de jardinería, circuitos de karts y minimotos, clubs náuticos, instalaciones de hibernación de barcos, instalaciones agrícolas y ganaderas, etc.), que tengan puntos de acumulación de agua, por el uso de neumáticos u otros elementos de riesgo: es necesaria una vigilancia periódica de los puntos de riesgo para evitar la proliferación de mosquitos. En estos ámbitos, el control de los posibles focos de cría de mosquitos debe incorporarse a los planes internos de seguridad e higiene de las empresas.
Centros que almacenan y manipulan neumáticos fuera de uso (NFU) y centros de reciclaje: hay que mantener la periferia de las zonas de almacenaje de neumáticos usados y de desechos libres de vegetación y de objetos que puedan acumular agua y favorecer la cría de los mosquitos. El apilamiento de los neumáticos usados se debe hacer en columnas verticales, que deben estar a cubierto o cubrir con lonas siempre que sea posible. Además, hay que garantizar una buena rotación de los neumáticos y priorizar la destrucción rápida de aquellos procedentes de zonas afectadas y la trituración de los NFU lo antes posible.
Circuitos de riego e imbornales: las tareas de mantenimiento y gestión de espacios públicos deben tener en cuenta los circuitos de riego para evitar que se formen charcos en determinados espacios, así como la limpieza de imbornales de modo que estos no se puedan convertir en focos de proliferación de mosquitos por la acumulación de materia orgánica (hojas) y agua.
Masas de agua en parques y jardines: las tareas de mantenimiento de lagos, estanque, fuentes o masas de agua de parques y jardines deben procurar no dejar las instalaciones sin ningún tipo de recirculación de agua o con unos niveles que permitan el establecimiento de mosquitos.
¿Qué hacer para prevenir la picadura? ¿Qué hacer si nos pica?
Podemos tomar medidas de protección individual para evitar la picadura de insectos, además de por las obvias molestias que suponen estas picaduras, para evitar la difusión de enfermedades transmitidas por estos vectores. Estas son algunas recomendaciones:
Vestir con camisas de manga larga y pantalones largos en las zonas de riesgo, y calzado cerrado.
Colocar mosquiteras en puertas y ventanas.
Usar repelentes.
– En todos los casos es preciso seguir las recomendaciones del fabricante, pero como regla general su aplicación ha de repetirse cada 3-4 horas y nunca sobre la cara o mucosas.
– Es preciso tener en cuenta que combinados con cremas de protección solar reducen el efecto de estas últimas.
– La eficacia de los repelentes que se presentan en forma de pulsera o tobillera es menor, dado que la superficie corporal protegida es menor.
En menores: es mejor usar mosquiteras u otras barreras físicas, sobre todo para dormir en el caso de los cochecitos de bebé y en espacios exteriores.
¿Qué hacer si nos pica?
Si tenemos una picadura, la mejor forma de combatir sus molestos efectos es con un desinfectante, preferiblemente con alguna solución con base de amoníaco.
Sólo debe acudir a su médico de Atención Primaria si se produce una reacción exagerada y/o alérgica.
¿Cómo es el mosquito tigre?
El Ae. albopictus, también conocido como mosquito tigre, se caracteriza por presentar hábitos fundamentalmente peri-domésticos, de ahí la importancia de unos hábitos de vida que favorezcan el no crecimiento de las larvas en el entorno de los domicilios.
Se caracteriza por su color negro intenso con ornamentación blanca plateada en el tórax y abdomen, patas a bandas negras y blancas y una conspicua línea blanca longitudinal central en tórax y cabeza.
Es un mosquito pequeño -su tamaño puede oscilar entre 5 y 10 mm.- y de vuelo bajo, por lo que suele picar en las piernas.
Picadura
La picadura la realizan las hembras porque necesitan alimentarse de sangre para producir sus huevos a partir de las proteínas plasmáticas. Tienen un aparato picador fino y alargado, la probóscide, que a modo de aguja hipodérmica utiliza para picar y extraer sangre de vertebrados, en especial mamíferos y aves. En sus picaduras utiliza, entre otras, sustancias anticoagulantes y vasodilatadoras presentes en su saliva. Lo habitual es que piquen durante el día y preferiblemente al aire libre.
Ellas suelen vivir entre tres y cuatro semanas. El macho, en cambio, muere después de fecundar a la hembra y se alimenta sólo de sustancias azucaradas y de néctar.
La hembra distribuye la puesta de huevos en varios sitios para asegurarse la supervivencia. Dicha puesta la realiza preferiblemente en recipientes oscuros y en lugares húmedos cuando no están cubiertos por agua. Los huevos pueden resistir ahí hasta un año en condiciones climáticas extremas; las larvas salen cuando la zona vuelve a tener agua, ya que necesitan un medio acuático para vivir y desarrollarse. La eclosión de las larvas se produce con gran rapidez una vez que el recipiente vuelve a tener agua. Son cuatro las fases larvarias, siendo la de cuarto estadio la que dará paso a la pupa, donde tiene lugar la metamorfosis.
Cualquier pequeño recipiente que puede acumular agua es suficiente para su proliferación (macetas, jarrones, cubos, neumáticos abandonados, canaletas para el agua de lluvia, botes, platos, latas, etc.).
Hábitat
Tiene la capacidad de desarrollarse en hábitats naturales y artificiales, como neumáticos, bidones, cualquier recipiente capaz de albergar agua de lluvia o riego, bebederos, floreros, platos de macetas, imbornales, sumideros, etc. No es capaz de desarrollarse en agua salobre.
Tiene una gran preferencia por hábitats urbanos y suburbanos.
La principal vía de dispersión de este mosquito se produce a través de turismos y de vehículos pesados de transporte de mercancías, ya que su autonomía de vuelo es corta (menos de 150-200 m), siendo por tanto el transporte accidental de adultos en vehículos de unas zonas a otras y el transporte accidental de huevos en neumáticos los principales modos de dispersión. Ambos métodos se pueden complementar. Es necesario que varias hembras sean transportadas en un vehículo y sobrevivan al viaje (generalmente cortos) para establecerse.
Donde está en España
En la actualidad está presente en localidades de toda la costa mediterránea. Por tanto, las actividades fundamentales de prevención y control pasan por controlar las poblaciones de este insecto y adoptar medidas que eviten su contacto con personas infectadas.
En Aragón, se ha detectado en las localidades de Huesca y Monzón.
Más información sobre su expansión territorial
Este mosquito solamente se encontraba en Asia y en algunas islas de Océano Índico y del Pacifico, pero a partir de los años 80, como consecuencia del aumento del comercio internacional, en particular el transporte internacional de neumáticos usados y de la planta ornamental, el “bambú de la suerte”, el mosquito fue introducido en otras regiones del mundo.
Estas mercancías presentan las condiciones idóneas para la supervivencia de los huevos durante largos periodos de tiempo. Al ser una especie invasora extremadamente adaptable se estableció con rapidez en otros continentes. La primera vez que se identificó en Europa fue en
1979 en Albania y, más tarde, en Italia. Actualmente ya se encuentra presente en varios países europeos.
En España fue detectado por primera vez en Cataluña en 2004 y desde entonces ha colonizado progresivamente la costa mediterránea. La vigilancia entomológica realizada por el proyecto “Vigilancia Entomológica en Aeropuertos y Puertos frente a vectores importados de Enfermedades Infecciosas Exóticas y Vigilancia de Potenciales Vectores Autóctonos”, dirigido desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza y financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, junto con la vigilancia realizada por los servicios de control de mosquitos en Cataluña y la colaboración de diferentes instituciones universitarias, han constatado que a finales de 2015 el vector se encontraba presente a lo largo de toda la costa mediterránea, desde Gerona hasta Tarifa, incluyendo las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza. Pero también ha sido detectado en un municipio del País Vasco (Irún) y en dos de Huesca.
Plan de Vigilancia y de Control. Métodos de muestreo
El Plan Nacional de Preparación y Respuesta frente a Enfermedades Transmitidas por Vectores tiene la finalidad de disminuir el riesgo y reducir al mínimo el impacto global de este tipo de enfermedades emergentes.
El Ministerio y las Comunidades Autónomas han elaborado un programa que contempla la gestión integral del vector en su fase de diagnóstico (incluyendo los condicionantes ambientales que propician la existencia del vector), la gestión y evaluación para minimizar el riesgo.
Existe un Comité Nacional para el seguimiento del Plan, con participación de los Ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, expertos en entomología y varios representantes de las Comunidades Autónomas.
A nivel autonómico, esta coordinación se lleva a cabo mediante un Comité de Control y Seguimiento de enfermedades transmitidas por vectores.
Métodos de muestreo
Existen varios métodos de muestreo. En Aragón, por sus circunstancias particulares, se están colocando trampas de oviposición, muy útiles para seguimientos semanales y a largo plazo, pero sobre todo para detectar colonizaciones nuevas.
Se trata de cubiletes de plástico oscuro, de entre 200 y 1.500 ml, llenos de agua hasta cierto nivel, con un listón de madera o tablex semisumergido en su interior donde las hembras acuden a poner sus huevos.