Día 3 de octubre (semana 40/2016) ha dado comienzo la temporada de gripe que se extender· hasta el día 21 de mayo (semana 20/2017).
La gripe constituye un importante problema de salud pública en el mundo. Las epidemias estacionales anuales de gripe están asociadas a una importante tasa de hospitalizaciones y mortalidad, así como a una considerable demanda de recursos en salud.
Debido a la elevada capacidad del virus de la gripe de sufrir variaciones en sus antígenos de superficie, la composición de las vacunas debe revisarse cada año a fin de asegurar que se ajustan a las propiedades antigénicas de los virus circulantes. Por ello es imprescindible una adecuada vigilancia virológica y epidemiológica de la enfermedad que permita detectar y caracterizar precozmente los virus de la gripe circulantes y evaluar su capacidad de difusión en la población. Estos factores, junto con la rapidez en el intercambio de información nacional e internacional, son los ejes básicos de la vigilancia actual.
La actividad gripal en España en la temporada 2015-2016 fue baja y asociada a una circulación mayoritaria de virus de gripe A(H1N1) pdm09, con una creciente contribución de virus de gripe B a medida que fue avanzando la temporada. La epidemia gripal se inició de forma tardía, presentando posteriormente una onda epidémica atípica, con una meseta de incidencia de gripe estable durante varias semanas consecutivas. Los menores de 15 años fueron el grupo de edad más afectado, con mayores tasas de incidencia acumulada en el grupo de 0 a 4 años.
En la temporada 2015-2016, el umbral epidémico, calculado para Aragón en 60,55 casos por 100.000 habitantes, se superó en la semana 2 de 2016 (del 11 al 17 de enero). El pico de máxima incidencia se alcanzó en la semana 10 de 2016, cinco semanas más tarde que en la temporada anterior, con 624,9 casos por 100.000 habitantes.
La temporada 2015-2016 fue más tardía y prolongada en el tiempo que la mayoría de las temporadas vigiladas.
Las detecciones virales correspondieron a virus de gripe A (H1N1) al principio de la temporada, con una creciente contribución de virus de tipo B a partir de la semana 5 de 2016. La circulación de ambos virus se mantuvo hasta el final de la temporada.