El consumo activo de marihuana en individuos jóvenes podría doblar el riesgo de cardiomiopatía por estrés frente a los no consumidores, incluso teniendo en cuenta otros factores de riesgo cardiovascular, según los resultados de una investigación presentada durante el Congreso de la Asociación Americana del Corazón (AHA 2016) que se está· celebrando en Nueva Orleans.
El consumo activo de marihuana en individuos jóvenes podría doblar el riesgo de cardiomiopatía por estrés frente a los no consumidores, incluso teniendo en cuenta otros factores de riesgo cardiovascular, según los resultados de una investigación presentada durante el Congreso de la Asociación Americana del Corazón (AHA 2016) que se está· celebrando en Nueva Orleans (Estados Unidos).
La cardiomiopatía por estrés o corazón roto produce un repentino debilitamiento del músculo cardiaco que reduce la capacidad de bombeo del corazón, causando dolor en el pecho, falta de respiración, mareo e incluso síncopes. “Los efectos de la marihuana en el sistema cardiovascular son todavía desconocidos y quienes la consumen deben saber que puede ser dañina para el corazón y los vasos sanguíneos en algunas personas”, ha explicado Amitoj Singh, jefe de Cardiología en la Universidad Saint Luke de Bethlehem, en Pennsylvania, tras presentar datos de un estudio de observación sobre 33.343 pacientes hospitalizados con cardiomiopatía por estrés entre 2003 y 2011 en Estados Unidos.
Disfunción ventrículo izquierdo
En esta cardiomiopatía, conocida como Takotsubo (pulpo en japonés), se produce una disfunción aguda del ventrículo izquierdo, con o sin implicar al ventrículo derecho, y en ausencia de enfermedad obstructiva de arterias coronarias epicárdicas. Se sabe que las hormonas del estrés juegan un papel en su desarrollo y que los receptores endocannabinoides están presentes en el músculo cardiaco humano y pueden jugar un papel en la patofisiología del Takotsubo.
De la amplia muestra utilizada en el estudio sólo 210 personas -menos del uno por ciento- fueron identificados como consumidores de marihuana y tenían unas características particulares frente a los no consumidores: eran pacientes más jóvenes, varones con menos riesgos cardiovasculares, y también menos hipertensión arterial, diabetes e hipercolesterolemia. Sin embargo, durante la cardiomiopatía por estrés sufrían más paros cardiacos (2.4 por ciento frente 0.8) y necesitaban usar más desfibriladores para detectar y corregir arritmias (2.4 versus 0.6 por ciento). Por otro lado, entre los consumidores de marihuana se ha visto mayor incidencia de depresión, psicosis, trastornos de ansiedad, alcoholismo, tabaquismo y abuso de sustancias múltiples, muy por encima de los no consumidores. Y como algunos de estos trastornos pueden aumentar el riesgo de cardiomiopatía por estrés los investigadores ajustaron los factores de riesgo para poder hallar una asociación entre el uso de marihuana y la citada cardiomiopatía.
Singh ha alertado de que “si quienes fuman marihuana desarrollan síntomas como dolor en el tórax y dificultad para respirar sería conveniente que acudan al médico para evaluar una posible cardiomiopatía por estrés u otro problema cardiaco”. No obstante, ha reconocido la limitación del estudio retrospectivo, puesto que no se puede determinar la frecuencia de consumo de marihuana en los pacientes estudiados o el periodo de tiempo transcurrido entre dicho consumo y la aparición de la enfermedad. De los resultados se desprende que el consumo de cannabis es un predictor independiente de la cardiomiopatía por estrés en hombres jóvenes.