Después del embarazo y del parto, el cuerpo de la mujer sufre una serie de cambios morfológicos y funcionales muy importantes. Una de las preocupaciones entonces es la de saber si se volverá a la situación que se tenía antes de quedar embarazada.
Desde el punto de vista estético a menudo quedan rasgos indicativos de haber pasado un embarazo, aunque esa significación varía mucho de unas mujeres a otras.
Para conseguir recuperar al máximo la figura original se debe tener en cuenta tres factores:
·Dieta saludable.
·Ejercicio físico.
·Cuidados de belleza.
Cambios físicos después del embarazo:
·El cuerpo puede quedarse con unos kg. de más.
·Los músculos del abdomen quedan más distendidos y la tripa ligeramente
abombada.
·Las caderas más anchas y se pierde parte de la cintura.
·Las mamás, acabada la lactancia, quedan más fláccidas.
Estos cambios, junto con las alteraciones hormonales del puerperio, hacen que la
mujer se sienta baja de autoestima.
Es posible recuperar la figura. Lo primero que preocupa es recuperar el tono abdominal, pero se deberá ir despacio. El cuerpo ha sufrido muchas trasformaciones y antes de ponerse a realizar ejercicios para endurecer los músculos del abdomen, se deberá recuperar los músculos que más perjudicados han quedado tras el parto: los del suelo pélvico. Para ello lo más indicado es realizar los ejercicios de Kegel.
Ejercicios abdominales
Los ejercicios abdominales son los más indicados para tonificar y fortalecer los músculos del abdomen y de la cintura. Las conocidas “abdominales”.
Dedicar unos 5-15 minutos al día, cuatro a cinco días a la semana, basta para comprobar que el abdomen, poco a poco, se vuelve más firme y plano. Además, este trabajo te ayudará a mejorar tu postura y a prevenir posibles problemas de espalda.
Cuidar la espalda
Los cuidados que requiere el bebé pueden hacer que la espalda sufra, si no se mantiene una postura de espalda adecuada:
·El cambio de pañales y el baño procuraremos hacerlo en una superficie adaptada a nuestra altura para no curvar la espalda. Si no es posible, es mejor hacerlo de rodillas, o en cuclillas.
·Debemos colocarnos correctamente antes de que el niño comience a comer, manteniendo la espalda recta y apoyada. Nos será más fácil si tenemos los pies apoyados sobre algo.
·Siempre que nos agachemos a coger al niño flexionaremos las piernas con las rodillas ligeramente separadas.
Reforzar los pectorales
El pecho es otra de las partes del cuerpo que más perjudicada sale tras un embarazo y un parto. Las mamas con la subida de la leche aumentan mucho de volumen. Al final de la lactancia suelen quedar flácidas y caídas.
Los músculos que sostienen las glándulas mamarias se pueden ejercitar.
Ejercitando los músculos pectorales se puede mitigar parcialmente la caída de los pechos y permite mantenerlos más altos y en su sitio.