Jonathan Dolcet i Ribes
Diplomado en Podología en la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de Manresa. Adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona.
La mayoría de las enfermedades que se producen en los pies son mecánicas, relacionadas con la dinámica del cuerpo y el apoyo plantar.
El estudio de la marcha o pisada no sólo analiza los pies en posición estática sino también en movimiento, valorando su relación con el resto de articulaciones de la extremidad inferior (rodilla, cadera-pelvis) y columna.
Hoy en día, para estudiar esta dinámica, tenemos un soporte diagnóstico basado en plataformas con detectores de presiones que recogen las cargas soportadas por el pie, tanto en estática (parados), como en dinámica (en carrera). También contamos con sistemas de vídeo que analizan el movimiento del paciente mientras corre, y podemos observar las rotaciones y movimientos en cualquier plano, tanto de la extremidad inferior como de los propios pies.
Para evaluar en dinámica y estática las presiones que ejercen los pies, la plataforma nos indica, en tiempo real, la distribución de estas presiones desde el primer impacto del talón, hasta que el pie se eleva con el impulso de los dedos, apreciando en todo momento los puntos de máxima presión. De esta manera, podemos valorar el comportamiento del pie y la forma de andar de cada paciente.
El estudio tiene una duración aproximada de 30 a 45 minutos. Después de una anamnesis inicial, se realiza una exploración morfológica, muscular y articular de los diferentes segmentos articulares de la pierna valorando posibles dismetrías y desviaciones de columna. En una segunda fase de la exploración realizamos un estudio en estática, en posición erecta, y barométrico mediante plataforma de fuerzas. Finalmente en una tercera fase del estudio valoramos la marcha del paciente mediante la video-captación , control barométrico y del gesto deportivo si el caso lo precisa.
Una vez realizados los estudios biomecánicos y el análisis de la pisada del paciente, se confecciona un molde de sus pies, con las correcciones necesarias y específicas, según las alteraciones detectadas en el estudio. Posteriormente, en nuestro taller se seleccionan los materiales adecuados y se realizan los soportes plantares. El resultado de este proceso de fabricación, es la obtención de plantillas y elementos ortésicos personalizados de acuerdo con las necesidades de cada individuo.
De esta forma, si tenemos una buena pisada, podemos prevenir la aparición de lesiones musculares y osteoarticulares del miembro inferior tales como, los esguinces de repetición, metatarsalgias, fascitis plantares, espolones calcáneos, tendinitis de tobillo y de rodilla, roturas fibrilares, condropatías, basculaciones pélvicas, etc.
Una vez más, vale la pena recordar, que no se puede valorar individualmente el pie y las patologías de la extremidad inferior, sin tener una visión general que nos sirva para determinar la etiología del problema, y, así, plantear soluciones efectivas. Así, a través de un buen diagnóstico, podemos evitar futuras lesiones.
Diplomado en Podología en la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de Manresa. Adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona.